El árbol de la ciencia

Guía de Lectura

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Breve resumen de las ideas filosóficas en “El árbol de la ciencia” de Pío Baroja

[vía auladefilosofia.net]

Las discusiones del protagonista de El árbol de la ciencia (1911), Andrés Hurtado, y su tío Iturrioz,constituyen la parte central de la novela. A través de ambos personajes, Pío Baroja enfrenta las dos corrientes filosóficas más pujantes a finales del s. XIX: el positivismo y el vitalismo. Ambas son respuestas al pesimismo intelectual que se había extendido por Europa tras las críticas de Kant y Schopenhauer a las dos principales Ideas de la Razón: Dios y la libertad.

En la Crítica de la Razón Pura (1781), Kant había negado la posibilidad de conocer las Ideas de la Razón (Mundo, Alma y Dios) de modo que los mitos religiosos heredados de las culturas griega yjudeocristiana quedaban cuestionados para siempre. Tras la primera Crítica ya no era posible hablar de volver a confiar ciegamente en las ideas religiosas que sostenían nuestra civilización. La Crítica de la Razón Pura, introdujo incluso serias dudas respecto a la existencia delmundo externo.  Así que Kant, en un gesto de debilidad según Nietzsche, recuperó los objetos de la Metafísica en la Crítica de la Razón Práctica (1788). La libertad, la inmortalidad y Dios se convirtieron en postulados, es decir, ideas que es necesario poder pensar si no queremos caer en una existencia vacía, contradictoria, sin sentido.

Schopenhauer no hizo más que llevar al extremo la tarea destructiva que Kant había iniciado en la Crítica de la Razón Pura. En El Mundo como Voluntad y Representación (1819) Schopenhauer describe la verdad del mundo si uno renuncia a los postulados kantianos. En tanto fenómeno o representación, el mundo es puro determinismo sometido a las rígidas leyes de la naturaleza, en tanto noúmeno o cosa en sí, voluntad ciega, irracional y amoral. En las reuniones en la azotea de su tío, Andrés se hace eco del nihilismo del autor de Parerga y Paralipómena (1851) al afirmar que “la vida es estúpida, sin emociones, sin accidentes… el mundo es ciego; ya no puede haber ni libertad ni justicia, sino fuerzas que obran por un principio de causalidad en los dominios del espacio y del tiempo… la vida cruel, canalla, infame, la vida sin finalidad, sin objeto, sin principios y sin moral…”. La única solución ética posible según Schopenhauer es matar la voluntad en cada individuo, lo cual puede hacerse mediante la contemplación estética o la verdad científica.

Ante este panorama se abren dos posibilidades a finales del s. XIX:

  • Andrés representa el positivismo, la confianza en que el progreso de la ciencia terminará resolviendo también los problemas más profundos de la vida humana. La unión de razón y experiencia son armas suficientes para resolver el problema del mundo externo y alcanzar laverdad. Con el tiempo, la ciencia no sólo nos revelará las leyes matemáticas de la naturaleza sino también cuál puede ser el mejor orden social posible. Sin embargo, el problema insoluble del positivismo, presente en toda la obra de Pío Baroja y heredado directamente de Schopenhauer, es la contradiccion entre ciencia y vida. El conocimiento y las ideas son puroreflejo del mundo y antítesis de la vida y, por tanto, de la acción. La ciencia no servirá nunca para dar sentido a la vida del hombre u organizar un sistema político perfecto. La ciencia mata la vida. El raciovitalismo de Ortega y Gasset sería también una respuesta a esta dicotomía.
  • Iturrioz, su tío, opta por el vitalismo en su vertiente nietzscheana: la abolición de los valores judeocristianos traerán consigo un nuevo tipo de hombre que frente al sinsentido de la vida no caiga en la desesperación sino, al contrario, se arme de valor, serenidad, y reposo, que arranque de sí “toda tendencia a la humildad, a la renunciación, a la tristeza, al engaño, a la rapacidad, al sentimentalismo…” Este nuevo hombre guarda cierto parecido con elsuperhombre de Nietzsche, especialmente en su crítica al nihilismo cristiano. Los cambios en España pasaban, según Baroja, por dejar atrás el cristianismo, la mediocridad y elcaciquismo. En este sentido, las críticas de Nietzsche a la religión cristiana y sus teorías delsuperhombre le servirán a Baroja de inspiración en la tarea regeneracionista del 98.

El final trágico de la novela representa, evidentemente, el triunfo de Schopenhauer, del veneno nihilista que marca la personalidad de Andrés Hurtado y también de España, el tema de fondo en los autores de la generación del 98. Desde un punto de vista individual, Andrés Hurtado, idealista hasta la médula, ve en la muerte algo de consuelo: espacio y tiempo no están afuera, por tanto, el mundo no continuará tras su muerte. La muerte del individuo es también la muerte del Universo.

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